¿Cómo serán las nuevas oficinas en el 2024?
A medida que la fuerza laboral regresa a los espacios de oficina físicos, ya sea a tiempo completo o en un horario híbrido, los colaboradores comenzaron a manifestar nuevas problemáticas en las oficinas de diseño open space. Los colaboradores y diseñadores presentan hoy reinventar estos espacios tomando como eje las 2 causas que más aquejan que son: los niveles de ruido y privacidad. La necesidad de cambio se impulsa por el deseo de un espacio de trabajo que fomente la productividad y se adapte a las necesidades en constante evolución de la fuerza laboral actual.
Abrazando entornos de trabajo dinámicos:
Uno de los desafíos más grandes de las oficinas open space es poder controlar los sonidos que te rodean. El bullicio de la colaboración se ha transformado en distracciones no deseadas. El ruido de teclados, conversaciones superpuestas y el sonido de los celulares forman un ruido de fondo intrusivo que interrumpe la concentración y el flujo de trabajo.
Simultáneamente, la erosión de la privacidad dentro de los diseños de planta abierta se ha convertido en una preocupación. La falta de barreras físicas fomenta una sensación de exposición constante, obstaculizando la capacidad de los empleados para concentrarse. La falta de espacios privados para discusiones confidenciales o tareas individuales no satisface las diversas necesidades y estilos de trabajo de los colaboradores.
Es por ello que en este 2024 productos como pantallas ajustables crearán pequeños espacios acogedores que se sentirán privados. Pueden proporcionar un espacio tranquilo para retirarse, al tiempo que ofrecen suficiente visibilidad para evitar sorpresas cuando alguien se acerca a tu escritorio. Para una solución más privada, los pods respaldan sesiones de trabajo individuales, mientras que las estructuras ágiles de postes y vigas crean espacios permanentes y de transición, permitiendo a las empresas ajustarse fácilmente a nuevos comportamientos y patrones de trabajo.
Conectando colaboración y refugio:
Aunque hay una mayor necesidad de privacidad, los trabajadores anhelan un espacio de trabajo que ofrezca lo mejor de ambos mundos; un equilibrio entre la colaboración y el enfoque individual. Esto ha provocado discusiones sobre alternativas que cambiarán el panorama de la oficina.
La estación de trabajo personal ha pasado a ser una herramienta especializada: un espacio para realizar tareas, cumplir con plazos o finalizar proyectos individuales. Esta salida de la estación de trabajo como un espacio integral presenta una oportunidad para reevaluar la importancia de áreas de reunión más pequeñas, configuraciones de teleconferencia y zonas de enfoque dedicadas. Con un diseño que refleje la función, estos espacios compactos han surgido como el epítome de la «estación de trabajo moderna».
Aunque puede que no sea lo primero que se te ocurra, el cubículo ha demostrado tener más poder evolutivo del que se le atribuye. Una iteración refinada del cubículo, que incorpora elementos de apertura, diseños personalizables y consideraciones ergonómicas, podría mitigar las desventajas tanto de los modelos de oficina de planta abierta como de los tradicionales cerrados. Este concepto renovado de cubículo busca abordar las preocupaciones que resuenan en la fuerza laboral actual, proporcionando privacidad sin sacrificar la conectividad.
Reflejando los valores organizacionales:
En este panorama de necesidades cambiantes, la reevaluación del diseño de oficinas es crucial. Las necesidades en constante evolución de la fuerza laboral moderna exigen un espacio de trabajo flexible que se adapte a diversos estilos de trabajo, fomente la productividad y priorice el bienestar de los colaboradores.
La evolución del espacio de trabajo no es solo una cuestión de estética, sino un testimonio del compromiso de una organización con la adaptabilidad y el diseño centrado en el colaborador.